El huracán Katrina fue un duro golpe, pero MECO está ahora mejor que nunca
Recientemente, MECO se ha visto afectada por una de las peores catástrofes naturales que han azotado a los Estados Unidos de América. Nueva Orleans, nuestro hogar desde que la empresa inició su andadura en 1943, quedó en gran parte destruida por el impacto del huracán Katrina. La devastación es inimaginable, muchas cicatrices nunca se curarán y el proceso de reconstrucción llevará probablemente décadas. Sin embargo, entre la destrucción y los escombros, aliados y competidores se unieron para echar una mano a MECO. Muchos en nuestra empresa perdieron casi todo lo que poseían. Y fue esta mano amiga, de gente de todas partes, la que impidió que muchos perdieran la esperanza.
Hoy, desde nuestras nuevas instalaciones en Houston, esperamos volver a casa para ayudar a reconstruir lo que se perdió y somos optimistas sobre nuestro futuro.
MECO está ahora preparada para estar mejor que nunca. Pero por mucho que lo intentemos, nunca podremos igualar la pureza de la generosidad que hemos experimentado recientemente y nos gustaría, en nombre de toda la familia MECO, dar las gracias a todos los que ayudaron a asegurar que, por mucho que se perdiera, siempre se mantendría la esperanza.