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La conexión humana: La historia de MECO

Don Villarrubia, empleado de MECO

Don Villarrubia, Director de Ingeniería de Fabricación

Conecta a las personas y crea soluciones.

Se ha dicho que la comunicación -la conexión humana- es una de las claves del éxito profesional. Hay pocas personas tan hábiles en el arte de la comunicación como Don Villarrubia.

Don es el Director de Ingeniería de Fabricación en las instalaciones de MECO en Mandeville, Luisiana. Comunicador experto y solucionador de problemas, Don es un enlace fundamental entre el equipo de diseño/ingeniería y los fabricantes que construyen los sistemas de purificación de agua de MECO. Después de desempeñar esta función con habilidad e integridad durante casi tres décadas, Don Villarrubia se jubila.

Creación de eficiencias

Como Director de Ingeniería de Fabricación de MECO, una de las muchas funciones de Don es buscar la forma más económica y eficiente de fabricar los productos de calidad de MECO. Además de determinar los métodos de fabricación y las normas laborales para los equipos de MECO, su departamento ha sido crucial en la incorporación de nuevas tecnologías que han eliminado redundancias y racionalizado las operaciones de MECO a lo largo de los años.

Construir personas

A pesar de todo su talento y experiencia, quizá lo que más se conoce de Don es su especial trato con la gente. Pregunte a cualquiera de sus colegas qué piensan de él, y todos le dirán que Don es querido por todos. Siempre tranquilo y paciente, Don cree que formar personas es la clave del éxito y la sostenibilidad de un negocio.

"Disfruto mucho enseñando y orientando. He aprendido mucho de los que me precedieron y de los que siguen aquí, y ahora lo transmito", afirma.

Durante sus 28 años en MECO, Don ha impartido sus conocimientos institucionales a muchos empleados de MECO, jóvenes y veteranos, siempre con la máxima paciencia. Lo que realmente le distingue es su voluntad de ir más allá por los demás. Hace varios años, cuando Bob Gray, compañero de trabajo de Don, ya no podía ir al trabajo en coche, Don le llevaba y le traía todos los días. Su relación pasó de ser algo más que colegas a una gran amistad. Bob se jubiló después de 48 años en MECO y su amistad sigue siendo muy estrecha. Cuando le preguntes a Don cómo piensa pasar su jubilación, te dirá que quiere llevar a Bob a Virginia Occidental, para que Bob pueda visitar su querida ciudad natal y ver el cambio de las hojas en otoño. Así es Don.

Don es un amoroso hombre de familia, bendecido con una esposa, dos hijas y tres nietos. Se le ilumina la cara cuando habla de ellos en la oficina. Debido a su respeto y capacidad para cuidar de los demás, los compañeros de Don en MECO son como una segunda familia.

"Me llena de orgullo y alegría formar parte de un equipo increíble que produce algo bueno para el mundo. Siempre consideraré a MECO mi familia", afirma.