Depuración del agua: La evolución de los retos exige una amplia gama de soluciones
Como tantas otras industrias, la depuración de aguas es un negocio muy difícil. Uno de los muchos detalles que hacen que nuestra industria sea tan complicada es que los suministros de agua de alimentación proceden de diversas fuentes, como ríos, lagos, suministros municipales u océanos, y un mismo método de tratamiento no es adecuado para todas las fuentes. Los sistemas de purificación de agua que funcionan con distintas fuentes requieren métodos de tratamiento diferentes y pueden producir agua pura de distintas calidades. La situación actual de la ciudad de Flint (Michigan) es un buen ejemplo. Cambiar el agua de origen del lago Hurón al río Flint sin tener debidamente en cuenta su tratamiento adecuado tuvo consecuencias desastrosas. Otro factor que complica la situación es que hay muchos métodos disponibles para purificar una determinada fuente de agua de alimentación. La solución adecuada, entre otras cosas, depende de las necesidades y prioridades del cliente. A menudo, los expertos discrepan sobre la metodología más adecuada, dadas las diferentes perspectivas o prioridades relacionadas con el coste de capital, el coste de explotación, la fiabilidad, el medio ambiente y otras cuestiones.
Durante décadas, MECO ha diseñado y construido muchas soluciones diferentes. Dichas soluciones abarcan desde un solo producto hasta un sistema completo compuesto por varios productos. Desde el punto de vista de la fabricación, la mayoría estaría de acuerdo en que lo mejor es estandarizar los productos y fabricarlos repetidamente. Desgraciadamente, esto no es posible en la práctica, dadas las consideraciones anteriores. Sin embargo, es difícil diseñar, presupuestar y proponer soluciones personalizadas sobre una base especulativa. Además, la ejecución de proyectos únicos y personalizados requiere que el proveedor sea excepcionalmente competente. Se requiere una infraestructura suficiente para que el proyecto salga bien a la primera, y puede que sea la única vez que se vea esa aplicación concreta. La personalización de soluciones no es sostenible a gran escala, y ahí radica otra complicación.
La respuesta está en algún punto intermedio y ahí es donde entra en juego la experiencia. MECO empezó hace casi 90 años construyendo plantas desalinizadoras de agua de mar. Uno de los principios fiables del negocio entonces (y ahora) era que, por lo general, sabíamos lo que contenía el agua de mar. Esto eliminaba, o al menos minimizaba, uno de los factores de complicación. En la actualidad, contamos con más de dos docenas de líneas de productos de distintos tamaños para tratar una amplia variedad de fuentes de agua y aplicaciones de los clientes. Esta amplia gama de soluciones estandarizadas nos permite fabricar productos de alta calidad que han demostrado su eficacia, así como personalizar soluciones cuando es necesario, para adaptarlas a la aplicación y satisfacer las necesidades del cliente con un riesgo mínimo. Podemos invertir continuamente en el desarrollo de esos productos y apoyarlos para el mercado. Además, esas líneas de productos hacen posible una infraestructura subyacente que la mayoría nunca verá pero que aprecia intrínsecamente: administradores, ingenieros, presencia de servicio en todo el mundo, personal de producción y una planta de fabricación de vanguardia, todo ello centrado en nuestros clientes, el mercado y el medio ambiente.
Hay una razón por la que MECO ha sido la fuente de confianza de agua pura durante casi 90 años. Descubra por qué MECO es donde el mañana obtiene su agua. ™